Juan Pablo Peñarrubia Carrión, miembro de la Junta de Gobierno del COIICV, ha participado en la jornada sobre el Impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el ámbito empresarial, organizada el pasado miércoles por la Oficina Acelera Pyme Femeval y Fempa (Federación de Empresarios del Metal de la Provincia de Alicante) en la sede de Femeval en Valencia (disponible en Youtube).
En concreto, Peñarrubia, ingeniero en informática de dilatada experiencia y experto en regulación, ética y estandarización en inteligencia artificial (IA), compartió sus reflexiones en la mesa titulada “Revolución de la Inteligencia Artificial en las Empresas", en la que también intervinieron miembros de ValgrAI (Valencian Graduate School and Research Network of Artificial Intelligence), AVETIC (Asociación de Empresas de Tecnologías de la Información, Comunicación y Electrónica de la Comunidad Valenciana), Exponentia y Opportunity Alicante.
Durante el encuentro se ha debatido acerca de los retos y oportunidades de presente y futuro que brinda la IA tanto a las grandes corporaciones como a las pymes. Peñarrubia ha destacado que: “Las empresas deben superar sus miedos y aprovechar lo que nos ofrece esta disciplina, aprendiendo de la experiencia de la transformación empresarial que venimos interiorizando en las últimas décadas gracias a diferentes tecnologías informáticas: bases de datos, sistemas de gestión, redes locales, internet, informática industrial, herramientas de ayuda a la decisión, la nube, blockchain, etc. Cada innovación informática ha proporcionado mayor productividad y competitividad, y el reto es obtener provecho para cada negocio y cada organización.”
Así mismo, Peñarrubia ha destacado la importancia de contar con profesionales cualificados para asumir estos retos: “Otra lección del pasado ha sido el bajo aprovechamiento de las tecnologías por no ver su potencial. En estas décadas ha habido dos grandes grupos de empresas: por un lado, las empresas que en los 90 comprendieron el potencial de la informática para el negocio y confiaron su impulso a profesionales de la ingeniería informática, y por otro lado, las empresas que comenzaron a comprenderlo hace apenas unos años cuando proliferó el ahora manido término transformación digital. Las grandes innovaciones informáticas siempre han supuesto para las empresas el desafío de acertar en la elección entre oportunistas y profesionales cualificados”.
Actualmente, el uso más extendido de las empresas que utilizan la IA generativa es ayudar en la toma de decisiones, optimizar procesos, mejorar la producción de contenidos y la relación con sus clientes. La IA se está aplicando progresivamente en más campos de conocimiento para resolver distintas casuísticas, especialmente mediante el uso integrado de sistemas de informática algorítmica y sistemas de IA. El éxito de esa integración puede generar un nuevo impulso en los servicios informáticos tal y como los conocemos, y con ello un impulso definitivo al mundo empresarial. Por tanto, tomará un papel todavía más destacado, al abrir las puertas a la personalización a escala masiva, a la automatización de tareas altamente complejas y al nacimiento de nuevos modelos de negocio.
No obstante, también existen amenazas y desafíos, como la necesidad de abordar cuestiones éticas, de privacidad de datos y de incidencia social. Cuestiones que si bien son comunes al conjunto de los productos y servicios informáticos, se amplifican de algún modo en el caso de la IA. De hecho, como es sabido, la IA está propiciando el primer gran paso para una regulación adecuada de los productos y servicios informáticos, en primera instancia los sistemas de IA de alto riesgo. En definitiva, la IA está cambiando no solo la manera en que operan las empresas, sino también el modo en que se entiende la sociedad digital.